Al partecer la cantante ‘fundió los plomos’ con su caliente concierto de casi cuarenta minutos de duración. Junto a los Baltimore Ravens y los 49ers de San Francisco, Beyoncé fue la gran protagonista de la Super Bowl 2013. Su brillante actuación será recordada durante mucho. La cantante sacó todo su poderío a escena con un entallado body de cuero y brocado en color negro que marcaba sus curvas. Beyoncé dio la sorpresa al llevar con ella al escenario a sus dos ex compañeras de Destiny’s Child, Kelly Rowland y Michelle Williams.