De la costa este a la oeste de Canadá, Edgar Martínez organiza y promueve presentaciones que dejan a todos con buen sabor de boca, y siempre atentos del siguiente evento que organiza la Asociación Arte y Cultura Latinoamericana (ACL), que preside Martínez.
¿El secreto de su éxito? “La experiencia y un estupendo equipo. Gracias a nuestra gran experiencia somos capaces de organizar toda la logística de un evento, desde la contratación de los artistas; la supervisión del visado para ingresar al país, hasta la venta de tickets, la seguridad; el sonido… en fin, todo. Pero lo más importante es que tenemos un equipo magnífico”, dijo.
Acerca de la experiencia, Martínez lo mismo ha organizado mega conciertos con artistas como el Joe Arroyo, Amina y su Sonora y Pastor López, entre muchos otros. La Asociación Arte y Cultura Latinoamericana no sólo trae artistas, sino promueve a talentosos artistas hispano-canadienses como Los Hijos de Tuta, Joel Zambrano y Diana Zaira, entre otros. “Una de las misiones de ACL es la promoción de artistas locales. Los invitamos a compartir el escenario con conocidos artistas para que el público canadiense los conozca, apoye y valore”, explicó.
De acuerdo con Martínez, más del 70 por ciento de los eventos y conciertos no resultan en ganancias para los organizadores. “Cada evento trae consigo retos diferentes, pero nuestra experiencia nos ayuda a hacer una diferencia. Ofrecemos lo que prometemos y nunca hemos cancelado un evento desde que comenzamos con este negocio en Canadá”.
¡Y lo que viene!
¿Ahora cuáles son los retos de Martínez? Antes de que acabe el mes, unir sus dos grandes pasiones: el fútbol y la música. El viernes 22 de marzo, presentará al gran Maelo Ruíz en una tarde de salsa a ritmo del deporte bonito. Los asistentes podrán disfrutar de los partidos clasificatorios rumbo a Brasil 2014 desde las 3:00pm y luego disfrutar de una noche de rumba con Maelo Ruíz, en el salón de eventos de la Jamaican Association.
En un par de años, Martínez espera ver realizado uno de sus sueños, que es conseguir un salón o centro de eventos para la comunidad hispana. “Otras comunidades tienen sus propios halls; los portugueses, los jamaiquinos, los ucranianos, los polacos, los griegos… en fin, todos, excepto nosotros”, explica Martínez.
De acuerdo con el colombiano, un salón de eventos propio de los hispano-canadienses no sólo haría los conciertos y eventos más rentables, sino uniría más a la comunidad. “Sería un escenario donde los canadienses podrían conocer nuestra cultura y manifestaciones artísticas”, enfatizó.
Silvia Mendez